La vinificación es el conjunto de operaciones realizadas para fabricar el vino. Este proceso se inicia con el estruje de la uva, acción que permite la salida de levadura y azúcar desde el interior de sus celdillas y el comienzo de la fermentación.
En el siglo XIX hubo una proliferación de textos y propuestas sobre esta materia, como las señaladas en el libro Tratado de la fabricación de los vinos naturales e imitados [...]editado por José Santos Tornero en 1873, se realizaron varias recomendaciones para actualizar este procedimiento.
Tradicionalmente para este fin se empleó el lagar, nombre que se daba a las cajas de madera, cuero, piedra u otro material en el que se depositaba la uva y se procedía a estrujarla con los pies descalzos. El caldo o mosto caía a través de una piquera que llenaba la cuba, tonel o tinaja donde el producto se fermentaba.
El uso de pisadores mecánicos para quebrar la uva con más uniformidad fue una novedad promovida en el siglo XIX. El aparato que se emplea para estrujar la vid era sencillo: un cajón de madera con capacidad coherente a las cantidades. La fruta pasa a través de dos cilindros que la comprimen y presionan.
El orujo o piel del fruto que quedaba era aprensado con mayor fuerza para la extracción total del jugo.
Destilación
La destilación adquirió un puesto destacado en la industria desde el siglo XVIII a través del alambique. Su uso no estaba recomendado para los buenos viñedos y cosechas, pero este artefacto ayudó a preservar o mejorar las malas a través de procedimientos químicos y físicos, y a producir licores con otros frutos.
En el siglo XIX aparecieron diferentes aparatos destilatorios, algunos presentados por José Santos Tornero en el Tratado de la fabricación de los vinos naturales e imitados [...].