Los días 24 de noviembre, 13 y 15 de diciembre se realizaran talleres teórico practicos de Revestimientos en Tierra y el 16 de diciembre se realizará conversatorio e inauguración de muestra de revestimientos en el Centro Patrimonial Recoleta Dominica.

(1) En Chile, como en todo el Mundo, las técnicas de tierra existen desde tiempos remotos y se han mantenido vigentes hasta nuestros días. En este sentido, las formas constructivas pueden considerarse como el reflejo de un saber que ha ido madurando con el tiempo, adaptándose siempre a las características propias de un territorio, es decir, a sus tradiciones, organización social y económica, clima, topografía, recursos locales, etc.

Por otra parte, los procesos de construcción con tierra se integran en el marco de los principios del desarrollo sostenible: La tierra es un material que en su proceso de elaboración tiene una baja huella ecológica, es totalmente reutilizable y no provoca desechos; además, sus requerimientos de mano de obra y facilidad de aplicación incentivan un trabajo de carácter más comunitario lo cual promueve la autonomía y el desarrollo económico local.

El estudio de estas técnicas se constituye en el mejor punto de partida para el diseño e implementación de políticas orientadas a la conservación de nuestro patrimonio, desafío que depende sobre todo de la capacidad de asegurar la continuidad de sus prácticas, las cuales son susceptibles de conocer y sistematizar a través del estudio de las obras que aún se mantienen.

A pesar del riesgo sísmico, nuestro país posee un considerable número de obras construidas en tierra, en donde el adobe es la técnica más conocida. Su conservación depende de elementos tales como la techumbre, fundaciones y sobrecimientos, pero fundamentalmente de la calidad del revestimiento, el cual es de vital importancia para la protección contra la erosión e infiltración de lluvias; así como también para el control higrométrico natural de la estructura interior del muro.

En base a nuestra experiencia, hemos podido constatar que una inadecuada intervención sobre los revestimientos, asociada generalmente tanto al desconocimiento del funcionamiento de las estructuras de soporte como de los materiales y técnicas originalmente utilizados, puede amenazar la integridad estructural de la obra.

En algunas de estas prácticas es común observar muros de adobe (o de estructura de madera y relleno de tierra) revestidos con un estuco de cemento o pintura plástica, los cuales luego de un tiempo se deterioran producto de la humedad que se acumula en el interior del muro. Además, una vez retirados estos revestimientos, se verifica que, en la mayoría de los casos, la humedad retenida puede también comprometer el interior de la estructura, aumentando las posibilidades de colapso de esta, incluso ante eventos sísmicos de mediana intensidad.

A raíz del Terremoto de Febrero de 2010, se han desarrollado importantes trabajos, enfocados tanto al
conocimiento de este tipo estructuras como a la generación de orientaciones para su mantención y reparación:

Principalmente talleres de capacitación y publicaciones. Sin embargo, no se han hecho estudios profundos y relevantes respecto de las superficies de revestimiento y terminación de los paramentos interiores y exteriores del patrimonio construido con tierra, los cuales, como se ha mencionado, son fundamentales para la conservación de patrimonio vulnerable.

Dado lo anterior, es fundamental la elaboración de un estudio que, por un lado, dé cuenta del real significado y aporte de los materiales y técnicas tradicionales en la conservación, y contribuya, por el otro, a su mejoramiento a través de la incorporación de los avances que en esta materia se han realizado actualmente, principalmente en el plano internacional. De esta manera, es posible contribuir a la rehabilitación y conservación de nuestro patrimonio construido, incorporando además criterios de sustentabilidad que permitan mejorar el confort y la eficiencia energética de los espacios.

(1) Texto Tierractual http://tierractual.com/